Otro día para joderse

Me he quedado dormido en el tren,
al despertar he podido apreciar
que me habían robado la mochila,
la chaqueta,
incluso el libro que sostenía
entre mis manos antes de dormirme.
De joven nuca me pasaban estas cosas,
tenía vitalidad suficiente
como para estar despierto
tres o cuatro días seguidos,
pero ahora no consigo mantenerme despierto
ni lo que dura
el maldito viaje de tren;
al menos esos hijos de puta 
me han dejado el bolígrafo
y esta pequeña libreta
que llevo en el bolsillo trasero del pantalón,
que es mucho más
de lo que tenía
cuando era joven y a penas dormía.
Ya sabes lo que dicen,
si la vida te da limones,
será mejor que no seas alérgico
o tendrás que joderte.